domingo, 24 de agosto de 2014

Prólogo a los caídos


Un nombre se destaca. Todo empieza y termina en Diamante. Todos murieron en Diamante, incluso los que respiramos morimos en Diamante. El mundo es inmenso sin tus manos, el mundo es oscuro sin tus ojos. El mundo es puro silencio sin tus palabras. Aún así te recuerdo, tu hijo te recuerda. Muchas veces en las que visito tu hogar escucho el llanto de tu hermano por las noches, entonces camino hacia él, abro la puerta de su habitación, me siento a su lado y susurro: 




Sopla la brisa
Le lleva mi amor
Escucha mi voz
Aunque el sol ya cayó

Suave
Murmullo
De lluvia caer.

Ambos somos viejos, nuestros cabellos son grises, como nuestros corazones, ambos perdimos nuestros corazones por esta guerra. Me gustaría poder decirte que nos uniste, al final pudimos ser compañeros, por ti, todos mis logros han sido gracias a ti. Cada noche me recuesto y me remuevo en la cama quedando de tu lado y digo tu nombre, repetidas veces, pensando que alguna vez responderás y volveremos a nuestro Oasis. 


Es cierto, mi querida dama, la guerra nunca termina. Mi último saludo es para ella, Alexandra Cross, líder de Diamante, dama del agua.



- Historia de la guerra final: Rayos de Oro.

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